jueves, 9 de julio de 2009

EL MIEDO...1ª PARTE


EL MIEDO GENERA...TEMOR Y DESCONFIANZA
Solo existen dos sentimientos en el ser humano , “El amor y el Miedo”. El amor es un sentimiento que se va a ir despertando y desarrollando en nosotros en base a nuestra vivencia de humildad, de sinceridad, de bondad, de respeto, de solidaridad…y en base a estas actitudes y a algunas más, ese amor de cada uno va a ir creciendo…pero si nuestro corazón está lleno de miedo, el espacio del amor se va a ir haciendo cada vez más pequeño.
Si nuestra vida está llevada por el miedo, jamás conseguiremos sentir y vivir el amor. Jamás podremos descubrirlo porque el miedo impide que sintamos amor. Si en cambio, la intención de nuestra vida y de nuestro hacer es llevada por el amor…El miedo se irá alejando de nosotros.

Solo si vivimos sin Miedo podremos descubrirnos e identificarnos como seres humanos. Solo si realizamos lo que nos dice y siente nuestro corazón …El miedo se ira alejando de nosotros.
Sin miedo podremos ir descubriendo el amor que hay en cada uno de nosotros… detrás de cada cosa que hagamos, porque en realidad está ahí, detrás de cada cosa. El Amor solo esta esperando a ser descubierto.


El miedo tiene una particularidad o habilidad muy grande y es la de hacerse invisible. Siempre está hay, acechando para colarse dentro… si le dejamos. Siempre está hay esperando la oportunidad para hacernos dudar y que nos sintamos inseguros/as. Empujando esa inseguridad para convertirla en ira o violencia a través de un mal gesto, una mala palabra o una desagradable actitud. Apagando nuestra alegría y convirtiéndola en tristeza.
Haciendo que el pensar sea obsesivo…en definitiva, frenando, paralizando nuestro hacer. Por eso muchas veces por ejemplo cuando estamos tristes, o cuando estamos nerviosos/as, o cuando nos sentimos inseguros/as, o cuando estamos cabreados/as, o cuando estamos impacientes, etc… detrás de todo eso se esconde un miedo y eso impide el libre fluir de nuestra energía y el libre fluir de nuestra vida.

Por todo esto, posiblemente sea este –el miedo- el recurso más utilizado a lo largo de la historia por las diferentes esferas de poder (religioso, del estado, económico…) para manejar, controlar, manipular, dirigir o inmovilizar a las masas en el sentido que fuese o sea necesario. No es algo natural en el hombre, es un sentimiento que apareció cuando el hombre ocupó esas esferas de poder…y así hemos ido evolucionando como especie hasta nuestros días.
Y cada uno de ellos, a lo largo del tiempo y de generaciones nos ha ido generando miedo, lo hemos ido recogiendo y cultivando, hasta el punto de que vivimos con el, sin saber quien es el. La vivencia de todo ello nos ha ido generando dosis de miedo hasta el punto de que hoy, -muchas veces- somos incapaces de reconocerlo en nuestra vida.
Esas formas de poder nos han dicho y nos dicen como son las cosas y como hay que vivirlas. Y lo han hecho siempre en base al miedo, porque solo utilizando el miedo yo puedo controlar a cualquier ser humano. Un ser humano sin miedo hace lo que cree que tiene que hacer, un ser con miedo es manipulable.



Hoy hemos llegado a un punto en que el miedo es algo normal y se vive como normal… Muchas cosas que hacemos en nuestra vida, las hacemos de manera automática y no consideramos que las hacemos por miedo. Es porque estamos tan socializados, tan culturizados dentro de este sistema, que ya no somos capaces de descubrir el mecanismo del miedo.

Y dentro de un sistema de poder basado en el miedo…es evidente que dentro de la sociedad en la que vivimos, es habitual que cada uno de nosotros tengamos miedo y que generemos miedo en los demás; y lo hacemos cuando nosotros nos colocamos también en una posición de poder sobre otro ser humano.

El resultado de ello es la desconfianza con que los seres nos comunicamos, nos relacionamos…, un temor y una desconfianza que genera juicios, prejuicios, críticas, acusaciones, sospechas, incertidumbre…. estamos en un momento en que nos cuesta cada vez más confiar en nosotros mismos. Si estamos llenos de temor y desconfianza,es muy difícil confiar en los demás…por eso cada vez más tememos ser -o poder ser- agredidos, atacados, juzgados y, en base a eso, solemos atacar, agredir…. Cada vez es más habitual ese temor y desconfianza a que alguien nos vaya a... a que alguien haga algo y...a que alguien diga algo y…

Hemos llegado al punto en que solo confiamos en nosotros “si la cosa va bien”. Es más, a veces, si nos va muy bien, sospechamos, pensamos que no lo merecemos, que puede haber algo detrás, que no merecemos que nos valla bien…

Finalmente la desconfianza nos lleva al aislamiento, porque nos vamos a ir encerrando en nosotros mismos/as porque vamos a contemplar los acontecimientos solo bajo nuestro punto de vista o solo bajo nuestra visión. Finalmente también, nos va a Llevar a la mentira para justificar el miedo que tenemos, con el peligro de llevarnos a la agresión, a la violencia para defender nuestra posición, visión o punto de vista.

La desconfianza evita cualquier acto o ayuda solidaria. Nos hace meros espectadores, perdiéndonos la oportunidad de participar. Lo curioso es que no tratamos de salir de esa actitud de temor y desconfianza, quizás porque no sabemos como hacerlo o quizás porque ya nos sintamos muy seguros con esos temores y desconfianzas. Y claro, ante esa situación, ¿cómo vamos a creer en algo que no sea malo?. Cualquier cosa que veamos, cualquier cosa que observemos, cualquier cosa sintamos, enseguida reaccionamos con… “cuidado”… “no valla a ser que…”.

Estamos tan ocupados en poder manejarnos dentro de ese miedo y desconfianza que, no tenemos un espacio dentro de nosotros para que anide y crezca el amor. Ese amor que crece con la alegría, el respeto, la bondad, la sinceridad, la solidaridad… ha dejado de crecer porque en nuestro corazón hay miedo y desconfianza y con eso, en nuestro interior solo puede crecer la venganza, el odio, la agresión, el rencor, el resentimiento, la envidia…
A esta situación se añade ese miedo constante al error, al fracaso…y que ha sido creado -la mayoría de las veces- por nosotros mismos.



Tenemos que hacer un esfuerzo para darnos la oportunidad de aprender. Sí, hay que correr el riesgo de equivocarse. Porque en el riesgo de equivocarse está el riesgo de acertar, el riesgo de aprender, el riesgo de vivir.

Esa... esa desconfianza, ese temor, esa incredibilidad, hace que estemos muy limitados para entender, comprender y descubrir que hay otras cosas….que las cosas pueden ser de otra manera.

EL FRACASO
Cuando fracasas en algún, proyecto, propósito, idea…no significa que seas un fracasado, tan solo que todavía no tuviste éxito. Tal vez tu proyecto no sea ese y exista algo mejor para ti.

Cuando tienes la sensación de fracaso puedes pensar que no lograste nada. Aunque no siempre se tratará de ganar algo a nivel material. Si observas la situación verás que aprendiste algo. Lo primero que te puede enseñar es... ser más humilde.

Cuando fracasas no te quedes solo en que todo terminó y que ya nadas puedes hacer.
Siempre se puede empezar de nuevo y renovar tu FE.
No dejes nunca de creer en ti. Creíste en ti cuando decidiste probar.
La decisión es lo que mueve la vida. La decisión es ...el hacer llevado por una intención.
Eres un ser creado con unas determinadas cualidades, con unas capacidades. Tal vez, solo tengas que decidirte a hacer las cosas de otra manera.

FRACASO , ES SINÓNIMO DE HABER INTENTADO ...“Y el intento lleva siempre detrás una semilla de fracaso”. No intentes… ¡¡¡ REALIZA !!!.
Pero que esa realización siempre esté guiada desde TU CORAZÓN… Desde LA SINCERIDAD DE TU CORAZÓN

No hay comentarios:

Publicar un comentario